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Mostrando entradas de mayo, 2011

Una imagen y un Haiku

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Muy triste quedé con el último beso y con tu marcha.

Comienza un Lunes

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La eternidad por fin comienza un lunes y el día siguiente apenas tiene nombre y el otro es el oscuro, el abolido. Y en él se apagan todos los murmullos y aquel rostro que amábamos se esfuma y en vano es ya la espera, nadie viene. La eternidad ignora las costumbres, le da lo mismo rojo que azul tierno, se inclina al gris, al humo, a la ceniza. Nombre y fecha tú grabas en un mármol, los roza displicente con el hombro, ni un montoncillo de amargura deja. Y sin embargo, ves, me aferro al lunes y al día siguiente doy el nombre tuyo y con la punta del cigarro escribo en plena oscuridad: aquí he vivido.

"La Ruina"

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LA CASA que la luz fuerte derriba me da un gusto de polvo en la garganta, me deslumbra como un dolor su lenta decisión de morir, su fatigosa decisión de morir, su pena inmensa. Raída para siempre, qué trabajo le cuesta desprenderse de sí, cómo no sabe y equivoca sus daños y confía pero de pronto vuelve a conocer este salvaje desgarramiento final y se decide con aparente calma, silenciosa y magnífica en su horror, hecha polvo.

Las islas en que vivo.

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Un día habrá una isla que no sea silencio amordazado. Que me entierren en ella, donde mi libertad dé sus rumores a todos los que pisen sus orillas. Solo no estoy. Están conmigo siempre horizontes y manos de esperanza, aquellos que no cesan de mirarse la cara en sus heridas, aquellos que no pierden el corazón y el rumbo en las tormentas, los que lloran de rabia y se tragan el tiempo en carne viva. Y cuando mis palabras se liberen del combate en que muero y en que vivo la alegría del mar le pido a todos cuantos partan su pan en esa isla que no sea silencio amordazado.

La traición

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Al observar el subrepticio roce de dedos entre su mujer y amigo, se percató de la doble traición y mentira. Cuando miré en la profundidad del verde iris de tu ojo, tuve la evidencia de tu traición.

No siempre cuando uno quiere.

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En la juventud alegremente pasaste por mi lado y no me di cuenta. Exploraba y degustaba otras cosas. Años más tarde, regresaste de nuevo, pero me ocupaba de otros menesteres .Y pasé por ti indiferente. Ahora en la senectud te busco denodadamente y con insistencia, pero tú ya no pasas por mi vera.