Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2008

"Una fruta tentadora"

En la huerta, la platanera, se sentía feliz. Era una buena huerta. Buena tierra, agua en abundancia y primorosamente abonada. Se desarrollaba muy contenta, había tenido suerte. El trozo de terreno donde se hallaba ubicada, en la finca La Paz, era perfecto. Tenía el calor adecuado, buena luz solar y los alisios muy suaves. Era de la zona del valle, con mejor clima. Sus hojas largas, grandes y muy verdes, lo verificaban. Sus plátanos se podrían desarrollar con alegría y sanos. Muchas veces, a los peones de la finca, les había oído comentar: " ¡Qué cómo ese plantón de platanera no había ninguno! ". Cosa que la regocijaba. Le estimulaba pensar que sus plátanos serían los mejores, sólo de pensarlo se llenaba de orgullo. Justo en ese momento, el brote de la bellota era incipiente. Era consciente que en unos meses, todo cambiaría transformándose en una exuberante piña. Tendría que esperar un poco, ya conocía el proceso y era laborioso, aún no había llegado a la fase de despunte, de

"Rey soñador"

Erase una vez un rey, llamado Soñador. Su reino era su propia vida. Sus súbditos todos sus sueños. Durante muchos años tuvo un reinado tranquilo, sin sobresaltos y muy apacible, dedicado en cuerpo y alma a las cosas de su reino. De apariencia reposada y algo taciturna, su vida transcurría como agua de manantial: tranquila y cristalina. Asumía sin ningún planteamiento extraño, que la vida era así; tal como era la suya. No ansiaba otra diferente de la que vivía, la suya estaba bien, no conocía otra mejor. Nunca se había atrevido a traspasar las fronteras de su reino, siendo consciente de que al otro lado había otras vidas. Cuando llegaba a los limites de su reino, nunca le tentó cruzarlos. le llenaban de inquietud, perdía la seguridad que tanto le gustaba, y eso le hacía retroceder a sus dominios, buscando siempre la tranquilidad. Estando un día, en su sitio preferido; el de los olores cruzados y de coloridos infinitos, el refugio del viento donde recalaba para descansar, le pareció escu

"Elegía del lobo"

En la estepa solitaria, El Lobo, aullaba su pena. Dura, muy dura condena, por anhelar una vida imaginaria. Siempre buscando caminos, en la inmensidad de la llanura. No se le quita la amargura, aunque conozca otros destinos. Su corazón estepario, rebosante de azucenas, sufre callado sus penas, guardando sus sueños como relicario. Deambulando en su interior, se da cuenta, que la vida pasa. Pues cuando llega el viento que arrasa, se lleva hasta lo anterior. Es un ir y no llegar, al camino deseado. Al principio, con orillas de brocado . Más tarde, motivo de mucho pesar. Triste contempla la llanura, con ojos de mil colores. Aspirando infinidad de olores, saboreando su frescura. Extasiado, contempla a la violeta pura, con sus colores tornasolados. Se parecen a sus sueños deseados pues le da colorido a la llanura.

"Desvarío"

No es una imagen de antaño la que baja la llanura. Reboza mucha frescura, con su capa azul cobalto. Con imagen muy difusa que acrecienta su grandeza, y con gestos de realeza, asume la vida ilusa. A su destino buscaba en un desierto sin nombre, que los dones de ser hombre con mucha niebla tapaba. Con la luz de su esperanza en un largo recorrido, se detuvo en lo vivido y descansó en la añoranza. Los recuerdos aflorados como los almendros en flor, ya no eran causa de dolor; sí, primorosos bordados. al corcel de su locura le puso brida plateada, y retornó a la cordura de sus sienes plateadas.

"Agradecimiento"

En lo alto de la torre, orientada hacia la Meca. A un susurro se le oía, cómo si fuera un profeta. Era un susurro callado, que de muy adentro salía; coronado de guirnaldas, perfumado de alegrías. ------ En el patio del lugar, entre perfumados aromas: las flores y los frutales, se alegran como palomas. El lugar, muy concurrido. De coloridos diversos, parece el mismo universo, que del cielo se ha caído. ------ Las bandadas de los pájaros, de los árboles han salido; todos vuelan y hacen ruido, con sus cantos recogidos. Las flores con sus coloras, forman cientos de tambores. Palillos, son sus filamentos, que hacen sonar los redobles. ------ Los olores, se entremezclan, todos quieren estar unidos. Hasta la aljibe del patio, coopera, sin hacer ruido. El clamor, es popular, es un sentimiento sentido. El Califa, del lugar, nuevamente ha resurgido. ------ Del más alto minarete , como un hombre agradecido, la figura del Califa, se enternece, ante tanto regocijo. Un año más ha cumplido, de esta n

"Añoranza"

" Fue a buscarla y ya no estaba..." ------ Con un grito poderoso a todo viento presente, liberó toda su mente, hasta el sueño más hermoso. Cómo el cisne en su agonía soltó canto de esperanza, se le escapó la añoranza: ¡Tanto era lo que perdía! ----- ¿Dónde estás cajita mía...? ------ Prisionera de mis males, te cuidaba con esmero. Era yo, prisionero; de tu cárcel de zarzales. Adornabas mi consuelo llenándolo de rocío. Ya todo quedó vacío. Tú, has remontado el vuelo. ------ ¿Dónde estás cajita mía...?

"Retazos de la infancia"

Cuando eres muy chiquito que bonitas son las cosas. Ves todo de color de rosas, todo parece bonito. En un castillo dorado, tenía mi fantasía. Lleno todo de alegría, lleno de sueños alados. ------ Por un camino de flores de colores muy diversos, llegabas al universo del mundo de los amores. Era mi gran consejero, un ave muy silenciosa. Miraba todas las cosas, con ojos de buen cubero . ------ Con su porte milenario y de verde su vestido, tiene un gesto muy sentido, el pino muy solitario. Es un paisaje perdido donde la verdad florece, que todo lo reverdece, hasta el campo del olvido. ------ Higuera muy silenciosa, con traje de mil lunares. Eres reina de lugares, de gente muy primorosa. En tu sombra reposaba con mis angustias vitales. Evitándome los males, los que la vida me daba. ------ Tiempos que ya no volverán. Añorados, tan queridos. Muy fuertemente sentidos y que no se repetirán. Como fruto muy maduro mi corazón se ha quedado, ya no lo riega el pasado, es turno para el futuro.

"El templario"

Prisionero de sus dudas el templario cavilaba, y al infinito miraba con mirada de gran Buda . Ojos de gran esperanza en su cara relucían, y sus pestañas cubrían las penas de su semblanza. ------ Pertrechado con sus galas y de bandera la razón, se fue al campo del corazón para cortarles las alas. la lucha fue muy desigual al llegar los sentimientos, ya lo decían los vientos porqué no tenía rival. ------ Una brisa de cordura suavizaba la sinrazón. No luches con el corazón y contemplalo con dulzura. Son guerras como perdidas que la razón no comprende, son como cosas de duendes que las hacen muy sentidas.

"El templario"

Imagen
Prisionero de sus dudas el templario cavilaba, y al infinito miraba con mirada de gran Buda . Ojos de gran esperanza en su cara relucían, y sus pestañas cubrían las penas de su semblanza. ...... Pertrechado con sus galas y de bandera la razón, se fue al campo del corazón para cortarles las alas. La lucha fue muy desigual al llegar los sentimientos, ya lo decían los vientos porqué no tenía rival. ...... Una brisa de cordura suavizaba la sinrazón. No luches con el corazón y contemplalo con dulzura. Son guerras como perdidas que la razón no comprende, son como cosas de duendes que las hacen muy sentidas.

"Inequívoco"

Le ordenaron subir un té a la habitación número siete. Al subir la escalera, le vino a la mente lo que comentaban algunos compañeros. Decían que la Dama que se alojaba en la siete, era muy importante, pero bastante loca. Rara vez salía de la habitación, y de ella, sólo se oían voces y ruidos extraños. Cuando llegó al rellano, se encontraba muy intranquilo por lo que podía encontrar allí, y aunque asumía el riesgo, golpeó suavemente la puerta. Desde dentro, una voz muy agradable le autorizó a entrar, indicándole que tenía que dejar la bandeja al lado de la maquina de escribir. El camarero, inmediatamente, entendió el grado de locura de la Dama. Era una escritora.