"El Remedio"
- Tengo que llamar a Delia, para preguntarle una cosa - . Adela cogió el auricular del teléfono y, marcó el número de Delia. - ¡Aló! ¿Quién es...? - . Preguntó una voz muy aguda, que parecía un pito y que podía romper cualquier tímpano. - Niña, soy yo, Adela. Es que quería saber y preguntarte una cosa -. Le dijo Adela a su amiga. - Qué cosa quieres que te diga, mi niña... -. Le preguntó Delia a su amiga con cierto tono de regocijo y a la vez incredulidad. - Espera un segundo, deja que me ponga cómoda y tome resuello, pues no sé cómo empezar - . Le dijo Adela a su amiga en un tono temeroso y apenas audible. - ¡Mi niña!...¡ me estás matando de curiosidad e intriga sobre lo que me quieres preguntar! Te digo una cosa, si el tema es de dinero, ya de entrada te digo que no, pues de dinero estoy jodida -. Apuntilló Delia. - ¡Jesús!, Como eres, Delia. Siempre pensando en lo mismo. Por una vez, no seas materialista, que los demás aparte