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Pedro García Cabrera-Poeta Gomero-.
Un día habrá una isla que no sea silencio amordazado. Que me entierren en ella, donde mi libertad dé sus rumores a todos los que pisen sus orillas. Solo no estoy. Están conmigo siempre horizontes y manos de esperanza, aquellos que no cesan de mirarse la cara en sus heridas, aquellos que no pierden el corazón y el rumbo en las tormentas, los que lloran de rabia y se tragan el tiempo en carne viva. Y cuando mis palabras se liberen del combate en que muero y en que vivo la alegría del mar le pido a todos cuantos partan su pan en esa isla que no sea silencio amordazado. Ella había nacido para el mar. Las curvas de su espalda, desde muy pequeñita, tenían cumpleaños de olas. Se despertaba con rumores de playa en los costados, con sus cabelllos de alga en las arenas y el pez de la sonrisa nadándole los labios. Crecíase hacia dentro, hacia sus libertades submarinas, que tomaban el sol abriéndole los ojos en tirones de sueños y resacas. Por la noche soñaba con sirenas. Un día se fue al
"SÁBADO DE MERCEDES" "Lo apetecible de un plátano"
El árbol de Ardilla Roja En el supermercado, el carro de la compra empujado por dos manos firmes enfilaba el pasillo con determinación. La persona que lo guiaba sabía lo que buscaba, lo tenía muy claro, sus deseos no eran ambiguos; iba a comprar fruta. Le apetecía comer fruta, por tanto se dirigía al expositor de la fruta. Al llegar a él, se paró y con mirada escrutadora e intensa, hizo un primer análisis de lo que veía: toda la fruta estaba muy apetecible. Pero su mirada se detuvo en lo que tenía en la mente: una hermosa manilla de plátanos. ¡Eran una maravilla de plátanos! Como los había imaginado: grandes, gordos y bien proporcionados. Se atrevió con las yemas de los dedos a tocar uno; lo encontró duro y consistente. Aún no estaban maduros, pero se conservarían mejor. No le gustaban los plátanos fofos. Los prefería tal como estaban, duros y todavía verdes. Pasados unos días, estaran maduros. Leyó la pegatina que tenía pegada la manilla, se tranquilizó y relajó eran de Canarias. S
Comentarios
Un abrazo
y un poco de locura... quizás pensara Don Quijote!
besos,
Saludos.
Un abrazo,
Esa túnica del guerrero es muy atractiva en la imagen.
Besos
Que tengas una buena semana.
¿Y qué seríamos sin esperanza?
Me gusta mucho la foto. Ese primer guerrero es especial, además porta el rojo dela esperanza.
Cervantes sabía de lo que hablaba.
Un abrazo
· LMA · & · CR ·
Yo no creo en la esperanza, y es que muchas veces se confunde el esperarse con esperanzarse y no hay relación alguna entre ellos, tal vez hay que ser realista y esperar y ACTUAR y ACTUAR y ACTUAR y ACTUAR para que ese deseo se cumpla.
Un abrazo y aquella bebida de café que me enseñaste a preparar que estaba buenísima y se me ha olvidado el nombre!!!